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Cada año, alrededor del 70% del total de aguas superficiales del mundo se utilizan para regar. Además de tratarse de una enorme cantidad de agua, la impredecibilidad de las condiciones atmosféricas en un clima cambiante puede hacer que el abastecimiento no sea fiable, por lo que es más importante que nunca encontrar nuevas formas de ahorrar agua. Afortunadamente, nuestros Agricultores de Knorr cuentan con algún as en la manga.
70%
DEL TOTAL DE AGUAS SUPERFICIALES DEL MUNDO SE UTILIZAN PARA REGAR.
Los agricultores saben que un exceso de agua en un cultivo puede tener un enorme efecto en el sabor final, por lo que se cuidan mucho de no regar demasiado ni demasiado poco. Para conseguir el equilibrio adecuado, actualmente muchos agricultores utilizan medidores para controlar la cantidad de agua que hay en el suelo y la que se necesita. Uno de nuestros proveedores de orégano consiguió incluso duplicar su cosecha reduciendo la cantidad de agua de riego, lo que demuestra que el cuidado de los cultivos puede ofrecer importantes beneficios.
Los agricultores de Knorr han ideado formas inteligentes de obtener el máximo beneficio de cada gota de agua. Como el riego por goteo, que proporciona a las plantas exactamente la cantidad de agua que precisan para conseguir verduras y hortalizas sanas y sabrosas. Esta tecnología comenzó a utilizarse en los desiertos de Israel, donde los agricultores estaban obligados a tener el máximo cuidado para no desperdiciar un bien tan preciado.
Andrea Granier, Director de Agricultura Sostenible de Knorr, cree que el riego es crucial para el sabor final:
“Juzgamos nuestras verduras y hortalizas sobre todo en cuanto al sabor, y las regamos para que consigan el sabor más dulce en el momento de la cosecha. Nuestros tomates no se riegan durante alrededor de una semana antes de la recolección, lo que los hace más dulces. Además, cuanta menos agua haya en el producto cosechado, más rápidamente se seca, por lo que el beneficio es en todos los sentidos”.